Paredes que nos separan

– Haru Tsukishima –

Reita y Makoto son amigos de la infancia y vecinos. Pero no solo eso, además, las ventanas de ambos están a apenas unos 26 centímetros de distancia. Reita tiene la costumbre de saltar de su habitación a la de Makoto. Cuando eran niños era divertido pero ahora que están en plena adolescencia y Reita se ha vuelto un chulo narcisista, todo es cada vez más complicado. Sobre todo desde que, Makoto no sabe muy bien cómo, se convierte en la “novia” de Reita.

ÍNDICE

Primeras Impresiones

Dibujo ★★★

Los dibujos de Paredes que nos separan están hechos con trazos ligeros y frescos que ayudan a llevar el ritmo calmado del manga. Las expresiones se adaptan a los rasgos de cada personaje, encajando perfectamente con la personalidad de cada uno.

Sin embargo, para mi gusto, Haru Tsukishima peca de usar las tramas en exceso, rellenando paneles enteros con ellas haciendo que se pierda un poco de la frescura de los dibujos. Hay pocas viñetas con fondo dibujado y a veces eso provoca olvidar dónde se situaban los personajes en cada escena.

Historia ★★★

Paredes que nos separan empieza de golpe, con la declaración de Reita. Conoces a sus personajes en la escena principal de la historia, y poco a poco irás sabiendo más tanto de su pasado como de cómo se desarrolla la relación entre los dos protagonistas.

Con el comienzo de un falso noviazgo empezarán también los quebraderos de cabeza de Makoto, que quiere conseguir un novio real y que no siente absolutamente nada por su vecino.

La vida cotidiana de dos adolescentes que incluye charlas con las amigas, citas, peleas y reconciliaciones hace que éste manga sea perfecto para disfrutar de una lectura ligera y un romance que avanza poco a poco.

O no tan poco a poco…

¿Por qué estará tan empeñado Reita en que Makoto sea su novia falsa?

Me compré éste manga porque llevaba tiempo queriendo volver a leer una bonita historia de amor y de momento, está cumpliendo con mis expectativas 🙂

Portadas y Lomos ★★★★

Lo primero que nos llama la atención de la edición son las portadas con sus ilustraciones con acuarelas. Son portadas y contraportadas en las que predomina el color blanco.

El lomo, al menos en los primeros números, también es muy limpio y minimalista, con colores que combinan con la ilustración de la portada.

Espero que los siguientes tomos mantengan la frescura de sus portadas y los colores con el mismo nivel de saturación para los lomos